CINE
'Resacón en Las Vegas': 15 años de una comedia descacharrante, acusada de plagiar a los Simpson y, hoy en día, incómoda
Su humor marcó toda una era de la comedia cinematográfica aunque, vista con ojos actuales, algunos de sus chistes tienen un punto rancio. Repasamos la génesis del proyecto, sus influencias y su impacto cultural y económico
Ed Helms, Zach Galifianakis y Bradley Cooper en 'Resacón en Las Vegas'. / Cedida
Amanece sobre el skyline de Las Vegas, Nevada. Poco a poco, el sol va aumentando su potencia implacable, sobre un paisaje que hace solo unas décadas era puro desierto, hasta que se produce un fundido a blanco. Cuando este se disipa, nos encontramos en una enorme suite del archiconocido hotel y casino Caesars Palace.
La habitación está completamente destrozada. Botellas, basura, copas y vasos por todas partes. La estatua de un antiguo emperador romano yace junto a un jacuzzi encendido en el que medioflota una muñeca hinchable pinchada. Un televisor parpadea a punto de descolgarse de la pared y, a su lado, un sillón rajado de arriba a abajo humea mientras un pollo vivo pasea entre todo este desastre.
Durante unos segundos, seguimos los pies de una mujer que abandona la escena con sus tacones en la mano para no despertar a un tío desmayado en el suelo junto a sus gafas y una lata vacía de Monster.
La cosa todavía se complicará mucho más, pero este es el dramático inicio de la desquiciada aventura que correrán los protagonistas de The Hangover, conocida en nuestro país como Resacón en La Vegas, una comedia que marcó toda una época, en el más amplio sentido de la frase, y que este verano ha cumplido 15 años. Una adolescencia que le ha sentado, digamos, regular.
Un éxito completamente inesperado
La película, dirigida por Todd Phillips y escrita por Jon Lucas y Scott Moore, sigue a cuatro amigos que viajan a la Ciudad del Pecado para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos, Doug (interpretado por Justin Bartha y que tiene muy pocos minutos en pantalla). Tras una noche loca, sobre la que iremos sabiendo más cosas conforme avance el film, los otros tres, Phil, Stu y Alan, encarnados respectivamente por Bradley Cooper, Ed Helms y Zach Galifianakis, se despiertan en la suite que acabamos de describir sin recordar absolutamente nada de lo que ha pasado. Pero Doug ha desaparecido, hay un tigre en el cuarto de baño, un bebé en el armario y un estrambótico mafioso asiático les reclama un montón de dinero.
Resacón en Las Vegas fue un inesperado blockbuster. Su productora, la Warner Bros., no había apostado especialmente por ella. De ahí que la estrenara en pleno verano, un periodo eminentemente infantil en los cines, e incluso permitió al director no cobrar un sueldo fijo, sino ir a comisión, imaginando que así ahorrarían dinero. En realidad, este movimiento acabó costándoles caro y convirtió a Phillips en un hombre rico.
La película fue un gran negocio. Con un presupuesto de “solo” 35 millones de dólares, frente a los 175 de Up o los 250 de Harry Potter y el misterio del príncipe, que también se estrenaron ese año, Resacón… recaudó casi 470 millones de dólares a nivel mundial y se situó como la décima película más taquillera de 2009. Año en el que Avatar fue la cinta que más recaudó con casi 2.750 millones.
Pero su impacto fue más allá de los cines. Según un artículo publicado en la revista Las Vegas Review en 2013, la película supuso todo un revulsivo para la ciudad en cuestión de imagen y de visitantes. A nivel estadounidense, celebrar una despedida de soltero en Las Vegas se puso más de moda que nunca y hoteles como el Caesar's Palace se llenaron más si cabe de este tipo de clientes que deseaban rememorar escenas del film, saber más detalles del rodaje, y que se agolpaban en su tienda de regalos para adquirir muñecos de los protagonistas, camisetas, tazas y demás memorabilia.
Basada en una historia real (y quizá en algo más)
Según contaron los guionistas tras el estreno, el argumento de Resacón en Las Vegas está inspirado en una historia real que le ocurrió en su despedida de soltero al productor Tripp Vinson y que fue la comidilla en Hollywood durante un tiempo.
Vinson, según contó a la revista Deadline en 2009, celebró su bachelor party en la capital mundial del juego en 2002. Había acudido allí con treinta amigos. En un momento de la noche, se perdió de ellos y amaneció, tras una cogorza de proporciones galácticas, en un club de strip-tease, con el encargado reclamándole que pagase una factura astronómica. “No resultó una experiencia muy agradable en ese momento”, confesó Vinson a la revista, “pero desde luego dio para tener una buena historia que contar”.
El despertar de Alan (Zach Galifianakis) tras la noche de juerga. / ARCHIVO
Tras su redacción, el guión circuló por diversas productoras con escaso éxito. Nadie parecía confiar en esa historia de unos tipos normales que pierden completamente los papeles durante una noche loca. Finalmente, Lucas y Moore consiguieron vender el guion a Warner por más de 2 millones de dólares.
Más tarde, la trama fue alterada profundamente por Todd Phillips, que había sido elegido como director, con la ayuda del guionista Jeremy Garelick. Juntos introdujeron algunos de los elementos más célebres de la misma, como la aparición de Mike Tyson y su tigre o la subtrama del bebé. Pero aparte de esta inspiración “oficial”, muchos han visto grandes similitudes entre el relato contado en Resacón en Las Vegas y cierto episodio de una conocida serie de animación.
La serie no podía ser otra de Los Simpson, que ya suele ser conocida por su capacidad enciclopédica y premonitoria. Resulta complicado, parece, contar algo que no se haya contado ya en la serie de Matt Groening, especialmente si estamos hablando de comedia. El episodio en concreto que se parece bastante a The Hangover sería Viva Ned Flanders, estrenado en 1999 y perteneciente a la décima temporada de las aventuras de Homer, Marge, Bart, Lisa y Maggie.
Es posible que muchos de los lectores lo recuerden, ya que ha sido emitido en nuestro país en decenas de ocasiones e incluso se referencia en otros episodios de la misma serie. En él, Homer se lleva al recatado y meapilas Ned Flanders a Las Vegas para enseñarle a disfrutar de la vida gracias al “Método Homer Simpson”.
Allí, ambos se corren una juerga épica de la que no vemos mucho, pero de la que despiertan en una habitación del hotel “Nero’s Palace” que es sospechosamente similar a la de la película. Al igual que Stu en el film, Homer y Flanders también se casan con dos mujeres desconocidas durante esa noche de desenfreno y, por si esto fuera poco, también aparece un tigre y un famoso boxeador retirado llamado en este caso Drederick Tatum y que se parece sospechosamente a Tyson.
A lo largo de estos 15 años, este hecho se ha señalado en algún artículo y en numerosos foros y redes sociales. No obstante, el equipo de The Hangover jamás ha reconocido la inspiración.
Chistes con fecha de caducidad
Sea en parte una copia o no, lo cierto es que la acogida de la película no solo fue excelente en taquilla, sino que también cosechó críticas bastante buenas. Firmas nacionales tan confiables como Jordi Costa o David Broc le dedicaron palabras muy positivas al film. El primero escribió en El País que le parecía “una propuesta que a ratos parece un Very Bad Things (1998) para toda la familia y que se erige en competente lección de eficacia cómica”. Por su parte, el segundo afirmó en Fotogramas que “la película tiene muchos aciertos (…). Pero el gran hallazgo de su director estriba en el tono del film, en todo momento equilibrado y preocupado por conjugar su mirada gamberra con su ambición emocional”.
Costa y Broc no fueron en absoluto una excepción en la crítica nacional ni internacional. No obstante, estaría bien saber qué es lo que opinan ahora, porque vista en 2024 las bromas de Resacón en Las Vegas son algo más difíciles de disfrutar.
El grupo de amigos, con el mafioso asiático que les reclama dinero. / ARCHIVO
La película está trufada de multitud de chistes ofensivos, misóginos, racistas, homófobos o todas las anteriores, como por ejemplo cuando Bradley Cooper llama a Ed Helms “Doctor Mariquita” o el personaje de Zach Galifianakis hace una broma simulando que el bebé que aparece en la cinta se masturba en la mesa “¡Aquí no, Carlos!”, le dice entre risas.
Eso por no hablar de que la película resulta una clara glorificación del comportamiento masculino más tóxico, de la borrachera, del espíritu de las fraternidades estadounidenses, etc. Además, el hecho de que uno de los mayores atractivos del film sea la aparición de Mike Tyson, que había tenido problemas serios con la justicia por posesión de drogas y que luego ha declarado que estuvo colocado de cocaína durante todo el rodaje de la cinta y que aceptó el papel para sufragar su adicción, tampoco ayuda.
Quizá la mejor forma de acercarse hoy en día a Resacón en Las Vegas es precisamente tener todo esto en cuenta y tomárselo como un viaje a cómo era el humor que se estilaba en la primera década de este siglo. Una época sobre la que quizá todavía tenemos que reflexionar un poco.
Un momento en el que lo que molaba, desde el indie sleaze hasta los anuncios de American Apparel, pasando por I Gotta Feeling de Black Eyed Peas —que curiosamente también es de 2009—, tienen que entenderse simplemente como hijos de ese tiempo. Reconocer, en el caso que nos ocupa, que la película mezcla chistes problemáticos hoy en día con otras partes que sí que funcionan y que todavía somos capaces de disfrutar.
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