FIESTAS

Dónde disfrutar de unas fallas valencianas con personalidad propia

  • Las Fallas de Gandia convierten a la ciudad valenciana en un excelente destino durante el mes de marzo

  • En la actualidad, hay 23 comisiones falleras que participan en actos tan emblemáticos como la plantà o la Nit de la Cremà

Las Fallas de Gandia tendrán lugar entre el 16 y el 19 de marzo. A.G.

La oferta de actividades y planes que ofrece Gandia es extensa. Cuenta con un importante patrimonio histórico y cultural y un entorno natural que invita a visitarla durante todo el año. Pero, sin duda, la fiesta de las Fallas, celebrada los días 16, 17, 18 y 19 de marzo, es una experiencia ineludible. Las calles se llenan de música y los falleros desfilan en innumerables pasacalles, vestidos con la indumentaria tradicional valenciana.

Las Fallas de Gandia, por su tradición y su historia, fueron declaradas en 2015, a través de un decreto, Bien de Interés Cultural Inmaterial por el pleno del Consell de la Generalitat. Esta localidad valenciana es la tercera en la que empezaron a aparecer los monumentos en las calles, en 1876, después de València y Xàtiva, aunque no fue hasta 1927-28 cuando se consolidó la fiesta totalmente en la ciudad. 

Falleros y falleras durante una mascletà.

/ A.G.

Actos emblemáticos de las Fallas

En la actualidad, hay un total de 23 comisiones falleras que participan en actos emblemáticos como la plantà, la entrega de premios, la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados o la mascletà, que todos los mediodías de la semana de Fallas hace retumbar la ciudad. La fiesta termina con la Nit de la Cremà, cuando se queman todas las fallas, dando luz a la noche de San José.

Imagen de la cremà de una Falla.

/ A.G.

El pistoletazo de salida de las Fallas de Gandia es el bautizo, en el que la Federació de Falles elige a un bebé con arraigo fallero para bautizarlo con la Fallera Mayor como madrina, una tradición muy característica del municipio. El acto se celebra cada 16 de marzo en la iglesia de Sant Josep, ubicada en el barrio del Raval.

El Museu Faller

Durante el resto del año, se puede visitar el Museu Faller, donde  la tradición de la fiesta va de la mano con las últimas tecnologías. De esta manera, con la ayuda de modernas tecnologías multimedia, se reproducen los momentos más especiales de las Fallas de Gandia y se puede descubrir toda la artesanía ligada a la celebración.

El Museo propone una experiencia diferente donde se presentan las raíces del pueblo valenciano. Además, se puede disfrutar de la exposición de los mejores Ninots y del proceso de creación de una falla, para conocer el oficio del artista fallero.

Detalle de la indumentaria fallera.

/ A.G.

Asimismo, se desentrañan los secretos de vestir a una fallera y la indumentaria tradicional, y permite vivir en primera persona lo que es una mascletà, rodeado de la música tradicional. Para terminar, se revela el misterio del fuego y la pólvora. En definitiva, se trata de un Museo diferente con espacios didácticos e interactivos. 

Una excelente gastronomía

Gandia es uno de los grandes exponentes de la comida mediterránea. La huerta ofrece los ingredientes naturales para la elaboración de una excelente cocina, a la que se suman también el pescado y el marisco que viene directamente de la lonja de la localidad y el arroz. La Fideuà de Gandia es la seña de identidad gastronómica de la ciudad, un plato que sabe a mar, pero también a oficios y tradición pesquera del Grao. La localidad es, por tanto, un lugar imprescindible para los amantes del buen comer.

Asimismo, el legado cultural de la ciudad es, sin duda, otro de sus atractivos principales. Descubrir a Los Borgia es una experiencia única que muestra la huella del esplendor del ducado en manos de la familia valenciana más poderosa de Europa en los siglos XV y XVI. Recorrer Territorio Borgia es pasear por un espectáculo de arte, paisaje, historia y cultura.

Patio del Palacio Ducal.

/ A.G.

La ruta de Los Borgia te lleva a visitar el Palacio Ducal, sumergirse en el ambiente de la Plaza Mayor y descubrir el Colegiata de Santa María, callejear por el centro histórico hasta la Iglesia del Convento de Santa Clara, admirar las obras expuestas en el Museo de Santa Clara, contemplar una panorámica de la ciudad en el Mirador del Serpis, pasear por la plaza de la Antigua Universidad y detenerse ante las esculturas Borgia de Manolo Boix, o adentrarse en la espiritualidad de la Iglesia del Beato Andrés Hibernón y en el Convento de San Roque.