PROPIEDAD INTELECTUAL

España registró un 0,14% de las patentes industriales mundiales en 2021

El país aún se mantiene en niveles inferiores en materia de propiedad intelectual a pesar de los avances tecnológicos en sectores como el transporte

Coche autónomo en pruebas. / EPC

Trenes supersónicos, drones que mejoran la seguridad vial, combustibles sostenibles avanzados, carreteras inteligentes. Gracias a la innovación, la movilidad avanza a pasos agigantados en materia de digitalización y sostenibilidad, a veces incluso por delante de la regulación. Sin embargo, no todas las ideas están debidamente protegidas. España registró 177 solicitudes de patentes industriales en 2021, una cifra que representa el 0,14% de los 126.000 registros realizados a nivel global. Dentro de Europa solo sobrepasa a Portugal (13 solicitudes) y a Grecia (10 patentes), mientras que otros países, como Alemania, sobrepasan las 8.000. "España es un país con especial talento, pero lo dejamos robar porque no tenemos esa capacidad de intuir que es necesario protegerlo", señaló Isabel Marco, responsable de proyectos de innovación de la consultora PONS IP, una de las artífices del informe "Mapa Tecnológico de la Movilidad 2023" junto con PONS Mobility, Madrid IPR HelpDesk y el apoyo de la Comunidad de Madrid.

En la carrera por la soberanía tecnológica, China lidera el ranking con un 68,97% del total de patentes industriales, seguido de lejos por Japón (7,52%) y Estados Unidos (4,63%). Son datos sorprendentes teniendo en cuenta que Europa aún lidera la inversión en I+D en el sector del automóvil con 62.600 millones de euros. Un ejemplo del bajo número de patentes en España es la compañía de trenes supersónicos Zeleros Hyperloop. "Ahora mismo tenemos 7 patentes, 2 en colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia y el resto son propias. Cuatro de ellas han sido concedidos y el resto están en trámites", reconoció Luz Smith Rodríguez, Standards and Regulations Manager de la firma.

Estas cifras se deben al desconocimiento de los beneficios asociados a la protección que proporciona las patentes y a la falta de prioridad que las empresas ven en la propiedad industrial. A nivel local, la directora del departamento de patentes e información tecnológica de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), María José de Concepción, asegura que "en España no hay cultura de propiedad intelectual industrial", aunque no es un caso aislado del sector de la movilidad. "El sector de la automoción es el tercer sector industrial que dedica más porcentaje a innovación", añadió. En 2021, las diez primeras firmas de la automoción en España concentraron el 6,5% del total de las innovaciones, con Honda y Toyota a la cabeza. "La propiedad industrial no puede ser algo adicional a la innovación, debe ser una característica intrínseca", apuntó.

Nuevas tecnologías

Y más en un sector donde la innovación está revolucionando toda la industria. Muchas de las patentes están relacionadas con el uso del hidrógeno verde, pero también se reciben solicitudes relacionadas con el coche autónomo, los vehículos compartidos o de suscripción o los automóviles eléctricos. "Los coches están incorporando el software y desde la propiedad intelectual se está mirando cómo protegerlo", explicó Luis Ignacio de Vicente, consejero estratégico de PONS IP. Por ejemplo, el sector ya está aprovechando tecnologías como LIDAR, que determina la posición de los objetos a través de sensores, para seguir desarrollando el coche autónomo y también se están generando "pooles de patentes" para agrupar el pago de licencias de los vehículos conectados con 5G, bluetooth y otras tecnologías. "Ya hay litigios en Europa de algunos propietarios de patentes porque los fabricantes de vehículos no están pagando las patentes", recalcó De Vicente.

Lo que sí está claro es que los datos serán la base del transporte. "Se va a generar mucho negocio del dato de movilidad de aquí al futuro", afirmó Rocío Báguena, directora de la división de estudios y tecnologías del transporte de la Secretaría General de Transportes y Movilidad. Y si España juega bien sus cartas, podría posicionarse más adelante en la lista de los países más innovadores en este sector. El país parte de una buena situación: las empresas españolas especializadas en material rodante son bien conocidas en el sector ferroviario internacional, especialmente por la apuesta por la alta velocidad, y ya están en marcha distintos proyectos asociados a la producción de combustibles sostenibles para todos los modos de transporte.

El único punto negativo aún se mantiene en torno al vehículo eléctrico. "Queda margen de mejora en el despliegue de la infraestructura del vehículo eléctrico", lamentó Báguena. Al cierre de 2022, tan solo el 21% de la infraestructura de recarga de acceso público correspondía a carga con potencia superior a 22 kW, mientras que el resto eran de baja potencia, algo que supone tiempos de recarga mínimos de tres horas. "No tenemos la tecnología suficiente en cuanto a baterías y a infraestructuras para tener 10 millones de vehículos eléctricos", señaló De Vicente.

Mientras tanto, la movilidad deberá afrontar otros retos, como la integración de distintas fuentes de información en los vehículos, las baterías de litio o el transporte en el entorno urbano. La CEO de PONS Mobility, Ana Gómez Arche, pide un poco de paciencia para ver resultados: "Las nuevas tecnologías van un poco más rápido que las regulaciones", afirmó.