CÓMO SACAR PARTIDO AL AHORRO

De la bolsa y la renta fija al inmobiliario y el oro: dónde invertir en 2023

Tenemos dos noticias para usted. La mala es que en el próximo año seguirá dominando la incertidumbre. La buena es que no puede ser tan malo como 2022

Un bote con monedas / Un bote con monedas

Casi la única inversión que no ha acabado el año en números rojos ha sido dejar el dinero en una cuenta. La bolsa ha ido mal. La renta fija, peor. ‘activos’ ha preguntado a bancos, casas de valores y asesores para descubrir dónde invertir en 2023.

Conservador, apueste (casi) todo en renta fija

Aquellos que han conseguido reunir algunos ahorros podrían preguntarse dónde invertirlos para compensar la pérdida de poder adquisitivo por la elevada inflación. Los que, además, no quieran riesgos inasumibles deberán fijarse primero en la renta fija. Deuda y depósitos son cada vez más atractivos. Víctor Allende, director de CaixaBank Banca Privada, considera que aquellos inversores con un perfil de menor riesgo se deberían decantar por este tipo de inversión a corto plazo y, sobre todo, por la deuda pública y los bonos de empresas. Estas inversiones se pueden realizar "a través de fondos de inversión y planes de pensiones con políticas de inversiones conservadoras", añade Allende.

Víctor Alvargonzález, director de Estrategia de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance, afirma que la renta fija es "la mayor oportunidad de todas las que se presentan en 2023 para los inversores conservadores y moderados". "Si hablamos de deuda pública de países avanzados estamos además ante uno de los activos más líquidos del mundo", indica.

Según Álvaro Manteca, responsable de estrategia de BBVA, 2023 será el año de la renta fija, con potencial para superar el rendimiento de la bolsa. José Hinojo, analista del departamento de Gestión de Activos de Renta 4 Banco, coincide también en que es "el año de la renta fija" y muestra su preferencia por "bonos de empresas de alta calidad". Además, concreta: "Somos positivos con el sector financiero, las entidades están mucho mejor que en los últimos años y no están tan apalancadas".

Desde la plataforma bróker XTB señalan que gran parte de la inversión de una cartera conservadora debería reflejarse en bonos del Gobierno, "principalmente de Estados Unidos", y una parte menor en bonos corporativos, "tanto de empresas americanas como europeas". También aconsejan invertir una pequeña parte de la cartera en renta variable, en sectores "como el farmacéutico y asignar una parte a inversiones referenciadas, por ejemplo, al área de tecnología de un índice como el MSCI World".

La renta variable, por otro lado, ha mostrado debilidad a lo largo del año 2022. "Hay mucha volatilidad y el problema que tendrá a principios de año es que muy probablemente se tendrán que revisar a la baja las expectativas de resultados de las grandes empresas, lo que todavía no se ha hecho", argumenta Antonio Sáiz, director de oferta de ahorro e inversión de Banc Sabadell. Esto, junto al alza de tipos de interés, hace que -al menos en la primera mitad del año- convenga no estar sobreexpuesto a la bolsa de valores. El pequeño porcentaje asumible para los menos arriesgados, sin embargo, debería estar sesgado a los mercados estadounidenses y europeos, según Sáiz. Siempre en empresas de calidad, con estabilidad y visibilidad en sus resultados.

Destacan también los planes de pensiones por la ventaja fiscal que presentan, aunque menos atractivos que en años anteriores. El tope de aportación con desgravación en planes de pensiones individuales se ha reducido este año hasta los 1.500 euros, frente a los 8.000 euros que había en 2020. "Sigue siendo un vehículo de ahorro a largo plazo atractivo pero mucho menos que antes", dice Martínez. Su composición óptima para no exponerse demasiado al riesgo será la misma que en el caso del fondo de inversión multiactivos: con un mayor porcentaje en activos defensivos.

El refugio del ladrillo

El sector inmobiliario es una opción apta para todos los perfiles y se considera refugio cuando los mercados financieros caen. El problema es el acceso a los inmuebles a través de la financiación, teniendo en cuenta la subida del euríbor. Para los que se decantan por el ladrillo, deberán tener en cuenta los criterios ESG -factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo- y sobre todo la localización.

Para una mayor aversión al riesgo, algunas buenas opciones pueden estar en oficinas de alta calidad con esos criterios ESG, inmuebles en grandes ciudades o en el alquiler, siempre y cuando se tenga la certeza de que los inquilinos son solventes, como indica Jesús Silva, director general de Cushman & Wakefield en España. En el sector residencial hay también opción, sobre todo con las residencias de estudiantes y las residencias de mayores. En pleno auge también se encuentran los "sectores nicho", como el self storage, los trasteros o los data center.

Xavier Güell, managing director de CBRE Barcelona, destaca que construir para alquilar es buena idea porque en España "hay una tasa de alquiler baja, en torno al 25%, mientras que la media europea está en el 30% y la alemana casi en el 50%. La tendencia es a incrementar el alquiler en relación a la propiedad". Y añade que los data center o las residencias de estudiantes serán buena opción siempre y cuando se invierta una vez esté el proyecto de construcción acabado y alquilado. "Hay que saber mucho para encontrar una ubicación fuerte", concluye Güell.

Moderado: apunte a la bolsa internacional

Para un perfil que busque obtener una rentabilidad más alta -y con ello asumir un mayor riesgo-, desde CaixaBank consideran que lo adecuado sería la renta fija pública y privada en alta calidad crediticia (investment grade) y con duraciones moderadas. Y los expertos aconsejan que, a la hora de construir la cartera, se tenga en cuenta que las políticas monetarias siguen presentes. 

Juan Carlos Higueras, analista económico y profesor de EAE Business School, cree que, para un perfil algo arriesgado, podrían contemplarse los bonos de las grandes corporaciones que necesitan capitalizarse. La renta fija -como deuda, depósitos o bonos- también es atractiva para sus carteras, pero dando importancia también a la bolsa. En este caso, se recomienda que el peso en cartera de los activos más defensivos llegue al 60% aproximadamente, y dejar el 40% restante a la renta variable, haciendo aportaciones de forma regular siempre que se pueda. "La renta fija americana es otra opción porque está más adelantada en el proceso que la europea, porque los tipos de interés han subido antes y de forma más agresiva, y probablemente, esté más cerca del final", añaden desde el Banc Sabadell.

José Hinojo, de Renta 4 Banco, apuesta por "una mezcla de renta fija y renta variable de alta calidad". "Recomendamos empresas líderes, con ventajas competitivas, poco endeudamiento y que puedan repercutir al cliente el incremento de precios. En cuanto a sectores vemos interesantes las empresas defensivas, de salud, de consumo básico...".

En XTB apuntan que podría ser interesante invertir en "sectores como el tecnológico o en empresas de pequeña capitalización, como las que integran el índice Russell 2000 de Estados Unidos".

Alguien capaz de asumir un riesgo medio en bolsa y afrontar los ajustes producidos a lo largo de 2022 podrá valorar acciones con una mayor volatilidad y sin depender tanto de los fondos de inversión o los planes de pensiones. "Estos perfiles que adoptan riesgo conocen los activos y saben que cuando aparecen oportunidades de bolsa no es cuando todo va bien", señala Antonio Sáiz, del Sabadell. No es fácil ver las oportunidades, teniendo en cuenta que el Ibex-35 ha caído este año un 5%, el DAX un 12%, el Dow Jones un 9%, el Nasdaq un 33% y el Nikkei cerca de un 9%. A pesar de todo, hay que tener cautela. Víctor Allende, director de CaixaBank Banca Privada, afirma que este año se debería iniciar con un nivel de inversión prudente en acciones o fondos de renta variable ante la caída de las cotizaciones. 

Víctor Alvargonzález, de Nextep Finance, insiste en que también para un inversor moderado la renta fija es la mayor oportunidad ante 2023: "Pueden obtener una rentabilidad muy superior a la que ofrecen los depósitos, fondos garantizados, y encima tener liquidez total y diaria".

Entre todos los mercados, "el más viable es el americano, pero también hay mercados emergentes a nivel internacional que pueden dar altas rentabilidades, como la India, China o Latinoamérica", concluye Jaime Martínez, profesor de OBS Business School y director de Inveretik. En cualquier caso, será muy importante que haya una gestión activa porque en entornos de moderación de crecimiento va a haber empresas con dificultades para pagar sus compromisos y cambios de escenario imprevistos.

Sector inmobiliario

Las rentabilidades más estables del sector inmobiliario también atraen generalmente a este tipo de inversor de carácter moderado. A pesar de la subida del euríbor, se identifican oportunidades como el sector retail, el sector alimentación o los centros comerciales, según apuntan las fuentes de Cushman & Wakefield en España. También el high street, que hace referencia a aquellos locales de las principales vías comerciales, en gran medida ocupados por los mayores operadores del sector de la moda.

La logística y, en específico, la logística destinada al e-commerce es atractiva para un inversor de riesgo medio, según algunos expertos. Los trasteros, los data center y las residencias tendrán también un papel relevante en 2023. Aunque cuanto más riesgo se está dispuesto a tomar, más responsabilidad a la hora de decidir. Y la localización es fundamental. Las dos ciudades de referencia para invertir son Madrid y Barcelona, y cada vez más València, Málaga o Bilbao. Sevilla y Zaragoza despuntan en temas logísticos, mientras que Málaga y València son fuertes en temas de oficinas de calidad. En Sevilla, las residencias de estudiantes están a la orden del día, como sostiene Jesús Silva.

Agresivo: un ojo en la tecnología y otro en el oro

Aquel que asume riesgos altos no puede perder de vista todos los factores macroeconómicos actuales. Guerra, tipos de interés elevados, expectativas de desaceleración o recesión... Sin embargo, podrá ver nuevas oportunidades. En inversión en renta fija, según CaixaBank, seguirán enfocados en plazos cortos, "añadiendo algunas posiciones en bonos bancarios o bonos corporativos de una gama más amplia de calificación de solvencia y a plazos algo más largos que aumenten la rentabilidad media de la cartera". Siempre diversificando. Una buena distribución de cartera para este perfil sería tener renta fija y activos monetarios en un 20%, y renta variable en un 80%. Algo que desaconsejan generalmente para la inversión -a pesar del elevado riesgo- es la renta fija high yield, que se refiere a aquellas emisiones de deuda con calificaciones de solvencia bajas.

Siempre se deberá conocer la teoría financiera. "En renta variable, estos clientes podrían incorporar inversiones temáticas como empresas de calidad en tecnología, infraestructuras, sector financiero y salud o mercados emergentes", apunta Víctor Allende. Hay empresas que están en mercados ganadores para los próximos meses. Todas aquellas relacionadas con la tecnología (como Apple, Microsoft o Alphabet) o de consumo de lujo (como Louis Vuitton o Inditex). También habrá oportunidades en el sector financiero (sobre todo en el área de seguros), infraestructuras o alimentación. Jaime Martínez señala que las posibilidades de revalorización de la bolsa para el año que viene se calculan en torno a un 10% -llegando el Ibex-35 hasta los 9.000 puntos-, aunque sobre todo en la segunda mitad del año. En el área internacional, la cartera deberá estar sesgada a EEUU y después a Europa, y luego selectivamente a mercados emergentes.

Víctor Alvargonzález, de Nextep Finance, afirma que la renta variable es "una gran oportunidad de cara a 2023" y explica que habrá particulares que tengan, por ejemplo, planes de pensiones conservadores "que pueden traspasar a planes más agresivos para aprovechar" las rebajas en las acciones: "Es importante recibir un buen asesoramiento, porque no todos los fondos son iguales ni todos se van a recuperar igual".

Desde el BBVA auguran que la inversión sostenible "presenta una rentabilidad ajustada al riesgo, por lo que una empresa que integre criterios de sostenibilidad en su estrategia estará más preparada para lidiar con posibles crisis que impliquen riesgos reputacionales". En relación al metaverso, los expertos cuentan que su desarrollo se encuentra en plena ebullición y que podría alcanzar un tamaño de más de 650.000 millones de euros en 2030.

Jaime Martínez avisa que no se debe confundir invertir con riesgo y especular: "Hay que diferenciar. Invertir tiene como característica no buscar altibajos del mercado para comprar o vender". Y habla específicamente de las criptodivisas: "Se ha popularizado mucho especular con este tipo de activos pero son muy poco fiables. Hay muchas más razones de azar que económicas", advierte.

En XTB señalan que lo ideal es sobreponderar en la cartera las inversiones en renta variable y mantener la apuesta por el oro, al que aconsejan destinar un 5% de la cartera, aunque esta recomendación también la aplican para inversores conservadores y moderados.

José Hinojo, de Renta 4 Banco, también ve el oro como una apuesta clara, "en este caso con empresas mineras de oro que cotizan en bolsa. Ante un escenario de recesión el oro puede tener mayor calidad y el dólar se puede debilitar y veríamos entradas en oro como valor refugio".

Inmuebles deslocalizados

Alguien que busca mayores ganancias en inmobiliario y que no le importan tanto los posibles contratiempos, puede apostar por las oficinas de más baja calidad o deslocalizadas, o que no cuenten con los estándares de calidad adecuados. También los call centers o los locales de retail que no estén tan bien posicionados, según Jesús Silva, director general de Cushman & Wakefield en España.

Comprar para reformar y vender no es de lo más recomendable por los precios del material y la obra, aunque los que mejor soportarán las circunstancias serán los que busquen generar un mayor valor añadido. Los coworkings generan también mucho interés, sobre todo en zonas céntricas. En definitiva, según apuntan los expertos en el sector, será determinante apostar por zonas residenciales no tan evidentes y por ubicaciones más descentralizadas con poca demanda.