SOSTENIBILIDAD

Huesos de aceituna para volar hasta 400.000 kilómetros y descarbonizar el turismo

Cepsa proporciona biocombustibles para 220 vuelos en el Aeropuerto de Sevilla

Suministro de biocombustibles en el aeropuerto de Sevilla a un avión este viernes en Sevilla. / Imagen cedida

Huesos de aceitunas y residuos vegetales. Son los ingredientes que ha elegido Cepsa para poner en marcha una iniciativa que tiene como epicentro el aeropuerto de Sevilla. Desde este viernes y durante la próxima semana hasta 220 vuelos utilizarán 1.500 toneladas de una nueva generación de combustibles fabricados mediante restos vegetales que han sido fabricados en las instalaciones de la compañía en Huelva. Con la cantidad suministrada, se podrían cubrir hasta 400.000 kilómetros. La empresa pretende a través de esta acción situarse como un referente de la transición energética en España y Portugal en la próxima década.

Cada vez más compañías son conscientes de la necesidad de limitar el impacto medioambiental de su actividad. Las normas de la Unión Europea apuntan a una aceleración hacia la descarbonización en 2050. Las empresas energéticas y petroleras también mueven ficha en este sentido para adaptarse a la nueva normativa. Al igual que Cepsa, compañías como Iberdrola o Repsol también están en la carrera por sumarse al impulso de energías renovables y la fabricación de combustibles menos contaminantes.

A la iniciativa de Cepsa en Sevilla se suman las aerolíneas Air Europa, Air Nostrum, Iberia Express, Ryanair, Vueling y Wizz Air, que operarán sus vuelos mediante los biocombustibles proporcionados por la petrolera. La descarbonización del turismo es otro de los retos pendientes que se pretende impulsar mediante el uso de biocombustibles. "Llegaremos a las cero emisiones en 2050, pero hasta que llegue ese momento vamos a reducirlas todo lo posible. Mediante los combustibles de nueva generación también pretendemos impulsar la economía circular", ha señalado Carlos Barrasa, director de Commercial & Clean Energies de Cepsa, durante el acto de presentación celebrado este viernes en Sevilla.

La presentación de la puesta en marcha de los biocombustibles en el aeropuerto de Sevilla ha contado con la participación del alcalde la ciudad, Antonio Muñoz, y Jorge Paraleda, consejero de Política Industrial y Energía de la Junta de Andalucía. Ambos han resaltado la importancia de seguir avanzando en la transición energética y han señalado la necesidad de transformación de la economía andaluza hacia modelos más sostenibles.

Por su parte Javier Gándara, en representación de la Asociación de Líneas Aéreas, ha reafirmado el compromiso de las aerolíneas para alcanzar las emisiones netas cero en 2050. "Es fundamental que las compañías aéreas nos sumemos al impulso de los biocombustibles", ha señalada Gándara. 

Cubiertas entre 400 y 500 horas de vuelo

Este combustible de origen vegetal será suministrado por la empresa especializada en transporte y almacenamiento de productos petrolíferos Exolum. Con él se cubrirán 400.000 kilómetros de trayecto de una aeronave media, el equivalente a dar diez vueltas al mundo. Esta cantidad es suficiente para cubrir entre 400 y 500 horas de vuelo.

Cepsa asegura que se evitará la emisión de más de 200 toneladas de CO2, equivalente a la plantación de más de 2.500 árboles y que eso permitirá a los aviones de las seis aerolíneas despegar desde la terminal sevillana con un 4,5% de combustible vegetal en sus depósitos. Esta cantidad es superior al 2% exigido por la Unión Europea para 2025.

Estrategia a 2030

Cepsa ha elaborado un plan con vista a 2030 con que el pretende impulsar la movilidad sostenible mediante el uso de biocombustibles e hidrógeno verde. Mediante el desarrollo y la producción de nuevas formas de combustibles y aprovechando restos vegetales, como aceites de cocina usados o restos biodegradables, la compañía asegura que se podrán reducir las emisiones un 90% respecto a combustibles convencionales.

Cepsa ha comunicado que producirá anualmente 2,5 millones de toneladas de biocombustibles avanzados en 2030, de las que 800.000 toneladas serán combustibles sostenibles para la aviación. La hoja de ruta de la empresa marca que en 2030 se reduzcan las emisiones producto de su actividad un 55% menos respecto a 2019 y aspira a ser neutra en emisiones carbono antes de 2050.