IMPUESTOS

Los autónomos denuncian que pagan un 30% más que las empresas en impuestos

La organización de autónomos UPTA pide una modificación de las reglas de las deducciones fiscales de los trabajadores por cuenta propia

Un transportista en su camión en Valencia / Biel Aliño / Biel Aliño

La organización de autónomos UPTA ha elaborado un estudio que apunta a una diferencia de trato fiscal entre sociedades y autónomos personas físicas que puede superar el 30%. Las desigualdades comienzan con el tipo impositivo (para los trabajadores por cuenta propia, el IRPF oscila entre el 19% -para los ingresos hasta 12.450 euros- y el 47% -para los ingresos que superan los 300.000 euros-, frente al tipo fijo del 25% de las sociedades). Pero la brecha se manifiesta sobre todo, según UPTA, en las deducciones fiscales: mientras las empresas pueden aplicarse el 100% de las mismas, la Agencia Tributaria no se lo permite a los autónomos, puesto que buena parte de sus factores productivos son susceptibles de doble uso, personal y profesional (coche, teléfono, local...).

Así, en los gastos de representación -por ejemplo, las comidas de trabajo- mientras que las sociedades se deducen el 100% del coste presentando la correspondiente factura, los autónomos tienen que demostrar que ese gasto en restaurante tiene una finalidad exclusivamente comercial; no vale con la factura a secas, porque hay riesgo de sanción. Lo mismo sucede con el vehículo: “Hacienda suele cuestionar gastos como parkings, peajes, combustible o reparaciones, por no poder presentar pruebas irrefutables de que los gastos sean imprescindibles para el desarrollo de la actividad”, explican en UPTA; unas diferencias que se extienden a la adquisición: Las deducciones en el IVA por compra de vehículo sólo alcanzan el 100% cuando el autónomo se dedica en exclusiva a actividades vinculadas con el transporte; en el resto de los casos, la reducción es sólo del 50%.

Para Eduardo Abad, secretario general de UPTA, “un Gobierno de izquierdas no puede mantener la presión fiscal impuesta  por los conservadores, que han diseñado el sistema fiscal pensado para beneficiar a las sociedades”. “Es hora de restablecer la justicia fiscal, es inadmisible que siga habiendo estas diferencias entre autónomos y empresas; somos un elemento de recaudación muy rentable y sencillo de vigilar, mientras vemos todos los días las tretas empresariales para eludir las obligaciones fiscales”, asevera.