Librería San Ginés, autenticidad pese al turismo

Algunas postales, láminas y otros tímidos suvenires se han colado entre los libros más antiguos de la librería San Ginés. A pesar del escaparate estupendo que sería esta esquina, transitada por una masa ingente de turistas cada día en su camino a Sol o a la plaza Mayor, la autenticidad todavía se impone y los pequeños caballetes soportan clásicos, colecciones ya descatalogadas, manuales y guías de ciudades que aún se reconocen pese a la invasión de las franquicias en sus núcleos.

Desde 1650, la original isla de títulos ha resistido adosada a las paredes de la parroquia con la que comparte nombre, protegida en su esquina por el romanticismo de quien aún se sorprende alegremente al encontrar un rincón en el que los libros siguen siendo el mejor hallazgo con el que terminar un paseo por el corazón de Madrid.