Opinión | FE DE ERRORES
La plataforma conspiranoica de Trump
El expresidente de EEUU y candidato republicano nunca se ha desmarcado de las teorías de QAnon, principal grupo de la extrema derecha
Partidarios de Donald Trump, con carteles con la frase "Nosotros somos Q", en 2020 / Reuters
QAnon, nacida con motivo de las elecciones presidenciales norteamericanas de 2016, se configura como una de las principales teorías y organizaciones conspiranoicas de la extrema derecha estadounidense que avisa de la existencia de una supuesta trama secreta del «Estado profundo» para acabar con Donald Trump.
Y, a este respecto, no es un dato irrelevante que su proyección política hacia la presidencia comenzase aquel año con la difusión de bulos como el de que Barack Obama no era nativo norteamericano, lo que lo inhabilitaba como candidato, insidia conocida como Spygate, y que Hillary Clinton era la verdadera responsable de la aparición del sida.
Tal patraña fue difundida a través de Facebook Punto Águila, después de que se hubiese acusado a ambos dirigentes en un mitin en Florida de haber fundado el Estado Islámico. Según algunos analistas como Gregory Stanton, QAnon se inspira directamente en Los protocolos de los sabios de Sión, de los que vendría a ser una «versión posmoderna».
El mantra de diversos movimientos de la extrema derecha norteamericana se resume en el propósito de «drenar el pantano» de Washington para que el país pueda liberase de una vez por todas del Deep State oculto, controlado por los demócratas corruptos y las élites judías de Hollywood.
Entre sus medios de expresión se encuentran revistas como Radix Journal de Richard Bertrand Spencer, gran admirador precisamente de Los protocolos de los sabios de Sión. Pero en la misma línea vienen actuando varias páginas web inspiradas en el supremacismo y el antisemitismo conspiranoico como Breitbart News y Redstate.
El director de InfoWars, Alex Jones, que en su día fue calificado como «el hombre más paranoico de Estados Unidos», difunde constantemente la idea del «Nuevo Orden Mundial» urdido por gobiernos y grandes empresas que no tienen escrúpulos, incluso, en utilizar para sus fines ataques terroristas de falsa bandera como el 11-S y la masacre en 2012 de la escuela infantil Sandy Hook.
Aparte del papel muy destacado de Steve Bannon, máximo representante de la alt-right o derecha alternativa supremacista blanca, negacionista, xenófoba y antisemita, sobresale la personalidad de Christopher Poole, gran empresario de internet con el foro titulado 4chan y, según la revista Time, la persona más influyente del mundo en 2009.
La caja de Pandora
A raíz de una críptica declaración de Trump el 5 de octubre de 2017 anunciando la llegada de una indefinida tormenta, un usuario de 4chan que se identificaba como Q con el alias precisamente de Storm inició un hilo que abrió la caja de Pandora de una gran conspiración rotulada como Q+Anon (de Anonymous). Sin mayores precisiones acerca de su identidad real, Q se presentaba como un alto funcionario del Gobierno perteneciente al círculo de personas de mayor confianza en el entorno de Trump.
A partir de ahí, los planteamientos y desarrollos expresados en su hilo coinciden puntualmente con la teoría general de la conspiración plasmada en Los protocolos de los sabios de Sión. Desde su irrupción, no han dejado de circular numerosas conjeturas para dilucidar quién es en realidad Q: el cineasta Cullen Hoback, Ron Watkins, el propio exestratega de la Casa Blanca Steve Bannon, Roger Stone, el teniente general retirado Michael T. Flynn o el escritor conspiracionista Jerome Corsi.
De lo que se trataba era de anunciar que después de la tormenta llegaría la calma, cuando el presidente acabase de desmantelar el «Estado profundo» regido por funcionarios corruptos y lobis heredados de Hillary Clinton y Barack Obama, entre ellos grupos satánicos y pedófilos. Al servicio de sus siniestros objetivos contaban con el auxilio de la tecnología, en especial la novedosa red 5G.
Una teoría descabellada
A propósito de la pedofilia, se construyó una teoría conspiranoide absolutamente descabellada, que repugna no solo a cualquier escrutinio de la razón, sino también al mero sentido común. A partir de algunos correos de Hillary Clinton a su asesor John Podesta en los que aparecen dos palabras inocuas, pizza y cheese, se alimenta QAnon con la afirmación de que la suma de ambas contiene una alusión en clave a la pedofilia, child porn, C + P, a lo que se añade la relación personal de Podesta con el demócrata James Alefantis, dueño de la pizzería Comet Ping Pong, cuyo lema publicitario era Play, eat, drink, esto es PED, primera sílaba de la palabra inglesa (y griega) pedofily.
De ahí viene el reclamo de la enseguida mencionada en los medios como Pizzagate, la teoría de un complot pedófilo de perversos agentes del Deep State que Trump acabaría por erradicar. Los anons, miembros de la secta QAnon, se muestran totalmente convencidos de que John Fitzgerald Kennedy jr. no falleció en el accidente aéreo de Martha’s Vineyard en 1999, sino que simuló su deceso y es uno de los líderes de la Gran Conspiración.
Preguntado acerca de su valoración de los anons, Trump respondió que eran personas que amaban a su país y a las que, a mayores, él les agradaba, y más de una vez confirmó en entrevistas concedidas a cadenas como la NBC que estaba trabajando por lo que QAnon le atribuía como eje de su presidencia: salvar a Estados Unidos de una ideología de izquierda radical que pretendía destruirlos.
En octubre de 2020, en plena campaña para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre –cuyo resultado, de serle desfavorable, Trump nunca se manifestó dispuesto a aceptar–, después de numerosas manifestaciones a su favor cargadas de tensión, se negó a desmarcarse de las teorías conspiracionistas de QAnon, fenómeno del que dijo no saber nada, salvo «que están fuertemente en contra de la pedofilia, y yo estoy de acuerdo con eso».
Del mismo tenor fue su actitud cuando el asalto al Capitolio que tuvo lugar el día de Reyes de 2021. La horda de insurrectos fue capitaneada por la milicia de extrema derecha conocida como los Oath Keepers, los supuestos «guardianes del juramento» debido a la Constitución, que tomaron como lema este consejo del propio Trump: «Dad un paso atrás y permaneced a la espera». Espera ¿de las elecciones presidenciales convocadas para el 5 de noviembre próximo?
- Viaje al centro de Pescaderías Coruñesas, los maestros del mar en Madrid: 'Una sardina no tiene nada que envidiar a un besugo
- Las colonias de Madrid de principios del siglo XX, un puñado de islas utópicas que apuntaban hacia una vida mejor
- La última noche en Tremor' de Netflix: la pesadilla de Javier Rey en la costa asturiana
- La misa salvaje de Nick Cave transforma el WiZink en una catedral llena de dolor y esperanza
- Vuelven 'Los magos de Waverly Place' a Disney+ con la aparición de Selena Gomez y David Henrie
- Última hora de La Oreja de Van Gogh: Leire Martínez se pronuncia sobre el posible regreso de Amaia Montero
- Álex Ubago: 'Aunque sea un 'corredor de fondo', no me siento solo en ese camino
- Óscar Casas, sobre el infierno de alcohol y drogas de Gervasio Deferr: 'cada éxito y cada fracaso dependen de dónde los coloca cada uno, a veces te pueden destruir