El taller tipográfico que el bisabuelo Antoni Bassa abrió en 1903 en Móra d’Ebre (Tarragona) bajo uno de los soportales junto al Ebro creció hasta que sus hijos, Josep y Gloria, lo trasladaron al lugar donde está hoy Bassa, la Papereria.
Superviviente de las bombas, el nieto Jordà y su esposa Asunción, empresaria pionera, la modernizaron hacia 1958. La papelería estaba de moda y tenían lo mejor. Ya en 1995 los bisnietos, Sergi en la librería y Óscar en la imprenta, se comprometieron con la historia familiar.
"Pasamos de Gutenberg a Apple", resume Sergi, memorial Pere Rodeja 2019 a la mejor librería. Hoy el escaparate es un lugar de encuentro con lectores y autores, y entre novelas, literatura infantil, diccionarios, jardinería, bellas artes, libros en inglés y tienda on-line, Bassa es una librería de referencia en las olvidadas comarcas catalanas del sur.