No hay mejor relevo para cuidar una librería que quien ha crecido midiéndose con sus estanterías. Rocío, María y Ana han mantenido los clientes, el cariño por los libros y la alegría de venderlos con los que Rocío Cela y Coco siempre habían envuelto su negocio.
Y más que eso, en Modesta se sigue respirando el mismo aire familiar y la importante selección de libros de todos los géneros continúa una clara condición: que les gusten a sus libreras. Libros que, entre las novedades, los premios y las modas, ellas siempre puedan defender.
Con tantas páginas al alcance de la mano y toda la amabilidad de quien mejor las recomienda, el sofá blanco que gobierna la librería se convierte en el favorito para husmear las obras recién compradas, y el acogedor ambiente de todos los eventos, el mejor para compartirlos.